"es el BienVivir, estúpido" - GROW Consultora
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«es el BienVivir, estúpido»

«es el BienVivir, estúpido»

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En 1992, uno de los ejes en donde enfocó su campaña Bill Clinton, fue la célebre frase “es la economía, estúpido”. Yo en esa época era un niño, y desde entonces ha sido una frase icónica para señalar lo esencial respecto de algún tema o situación. Hoy sin dudas, sostengo que el gran punto apalancador en las organizaciones es el bienvivir de todos los involucrados.

Llegué al mundo del coaching buscando algunas herramientas para potenciar mi liderazgo, dado que mi rol en gastronomía, a cargo de los eventos que se realizaban en el predio ferial La Rural de Buenos Aires, así lo requerían. Coordinaba el trabajo de cientos de personas y un cliente, del cual nos hicimos amigos, me acercó a una consultora que dictaba un curso de coaching.

Esa primera experiencia forjó mucho de quien soy y del camino que vengo recorriendo desde entonces. El impacto en mi vida fue automático y mi amor por el coaching también. Amor que me llevo a dejar la gastronomía luego de tres años de coquetear entre ambas profesiones.

Desde el 2009 que mi dedicación al coaching es del 100%, en los primeros años trabajando para distintas consultoras y desde el 2011, dirigiendo junto a mi socio Martín Cainzos, nuestra propia organización: Grow Consultora.

Comencé en este mundo con la clara vocación de impactar en las vidas de las personas, brindábamos en nuestros comienzos seminarios de desarrollo personal, los cuales eran todo un hito en quienes participaban. A la vez, muchos de nuestros egresados nos manifestaban la intención de profundizar en el marco teórico de la experiencia que habían vivido y compartían su vocación de expandir en otros su propia experiencia (fenómeno curioso que suele replicarse, pero eso es para otro posteo). Este impulso nos llevó a crear nuestro propio programa: FICO, Formación Integral en Coaching Ontológico.

Llevamos más de 30 ediciones del mismo, lo dictamos en 8 ciudades diferentes y certificamos a cientos de coaches con los más altos estándares y fue dentro de ese ecosistema que nos empezaron a proponer llevar nuestro estilo formativo a las organizaciones de nuestros propios clientes. En muy poco tiempo, brindar talleres, capacitaciones y hacer coaching ejecutivo paso a ser una de nuestras actividades principales.

En los comienzos, tengo que ser honesto, sentí que “transaba” en algunos de mis ideales al ir a trabajar en una empresa. Yo había empezado en el coaching queriendo cambiar vidas, y me encontraba, aunque de manera muy lucrativa, trabajando para cambiar organizaciones y corriendo detrás de resultados que no siempre incluían los intereses de todos los involucrados.

Lo curioso era que personas que venían a nuestros seminarios de desarrollo personal, lograban en sus trabajos desarrollos asombrosos, que no siempre podíamos replicar cuando trabajábamos contratados por las empresas. No sabíamos qué pasaba, y las explicaciones que nos dábamos nos dejaban en un bucle sin salida.

La experiencia enseña, y hoy miro con ternura esas primeras intervenciones y las “confusiones y enredos mentales” que yo mismo me hacía. Siempre se trató de cambiar vidas, las empresas eran simplemente el contexto.

Yo mismo tenía ideas erradas de lo que el coaching era o mejor dicho aportaba dentro de una empresa. Ya pasaron un centenar de organizaciones, miles de talleres e incontables cantidades de horas de coaching dentro del mundo organizacional, tanto en el ámbito privado como en el público y no solo en Argentina, sino también en varios países de Latinoamérica, luego de todo este recorrido, ya con algunas canas encima, pero sobre todo con muchísima confianza en la propuesta que hacemos, puedo acercarme a las empresas a hablar de #bienvivir.

El concepto es simple, profundo y poderoso, no voy a desarrollarlo ahora (lo dejo pendiente para otro posteo, ya debo dos), pero sí quiero poner foco en su fundamentación.

Apoyados en el discurso de la ontología del lenguaje, los aportes de las neurociencias, especialmente la Neurosicoeducación, y la biología del conocer podemos brindar experiencias de aprendizaje en donde las personas conectan con su rol protagónico en la generación de contextos para desarrollarse profesionalmente de forma ecológica (logrando equilibro entre su trabajo/vida personal) y sustentable (capitalizando los cambios logrados y pudiendo sostener, y aumentar, los niveles de efectividad)

Personas que logran bienvivir sus vidas, logran “bientrabajar”, es decir, poder convertirse en personas plenas, alineadas a sus valores, eligiendo el tipo de vida que quieren para ellas y aportando su máximo valor en todos los ámbitos de sus vidas, entre ellos, su participación en las organizaciones donde trabajan.

Como sociedad, tenemos la asignatura pendiente de hacer de nuestros trabajos un ámbito más para el desarrollo personal, logrando alinear objetivos entre personas y organizaciones, para que estas últimas logren los resultados buscados, integrando en el camino las relaciones y resultados, que las personas que las integran necesitan. La filosofía del bienvivir y las coherencias que esta propone son un camino posible, concreto y efectivo para la transición que necesitamos, que ya comenzó y que las organizaciones que no tomen nota (¡y acciones!) al respecto quedaran obsoletas, fuera de un mundo que ya cambió otra vez un tanto más mientras vos leías este post.

 

MCOA l Fernando J. Hindi

@ferhindi

Director de Grow Consultora