Emociones: cómo identificarlas y cómo gestionarlas
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Emociones: cómo identificarlas y cómo gestionarlas

Emociones: cómo identificarlas y cómo gestionarlas

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¿Por qué controlarlas cuando puedo gestionarlas? ¿Qué tienen las emociones que constantemente intentamos dominarlas? En GROW te invitamos a que en este artículo comiences el camino de reconocer, gestionar y transitar tus emociones.

La humanidad siempre ha sido diferenciada de otras especies como aquella especie que razona. Nuestro raciocinio ha sido nuestra característica más destacada por siglos, sin embargo no solo somos razonamientos, también somos emociones

Las emociones son la forma innata en la que respondemos ante ciertos estímulos y situaciones. Es decir, las emociones son las reacciones fisiológicas que nuestro cuerpo y cerebro obtienen después de algún tipo de situación. Estás tienen gran influencia en nuestro estado de ánimo.

Las emociones son muy importantes para la construcción de la identidad y la aceptación personal. Validar las emociones es importante entonces para un desarrollo integral de las personas.

Pero ¿cómo saber cuáles son, detectar que las estamos sintiendo y aceptarlas? Hoy nos daremos la oportunidad de conocer todo esto y mucho más en este artículo. 

Las emociones

Las emociones producen una alteración de corta duración de nuestro ánimo, pero de gran intensidad, y nos permiten adaptarnos a situaciones, personas, lugares u objetos. En ellas influyen las experiencias o conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra vida, y también la forma en la que reaccionamos desde nuestro nacimiento. 

A pesar de los siglos en los que básicamente se ignoró su presencia, en la actualidad se entienden las emociones como grandes influencias en la toma de decisiones. Además se ha llegado a entender qué hay dos niveles de emociones según su complejidad: 

▶️ Superficiales: percepciones elementales y reacciones inmediatas.

▶️ Complejas: producto del análisis de escenarios, el entorno, la memoria y los estados pasados, presentes y futuros de una persona. 

¿De qué me sirve sentir? 

Las emociones tienen tres funciones principales: función adaptativa, función social y función motivacional.

👉🏼 Función adaptativa

Cada emoción prepara al organismo para poder actuar eficazmente de acuerdo con lo que lo rodea. Las emociones funcionan como facilitadoras de respuesta ante ciertas exigencias del entorno. 

Por ejemplo, sentimos alegría para afiliarnos, miedo para  protegernos en ciertas situaciones en las que se requiere huir, o el dolor para evitar sufrir heridas más profundas en un futuro. 

👉🏼 Función social

Las emociones son invaluables a la hora de relacionarnos con las otras personas. La función social existe porque al sentir emociones mejoramos nuestra comunicación. Simplemente sentirlas, puede manifestar tu estado de ánimo y permitirles a otros intuir tu comportamiento. 

👉🏼 Función motivacional

Cuando aparece una emoción, inmediatamente aparece la motivación. 

Cualquier acción que las personas hacen bajo un estado de motivación generan una reacción emocional. Un ejemplo fácil de identificar es el de la ira, que  puede generar una conducta de enfado o irritabilidad. Dependiendo de la intensidad de esa emoción, se puede querer hacer diferentes cosas, esas son las conductas motivadas.

El equilibrio de las emociones 

Cuando nuestras emociones logran mantenerse en equilibrio somos más productivos, más creativos y más felices. Impedimos que aquello que sentimos se adueñe de lo que somos y podemos: 

✅ Trazar objetivos y lograrlos.

✅ Tener relaciones sanas 

✅ Dar lo mejor de nosotros mismos.

Por todo esto, es sumamente importante aprender a gestionar nuestras emociones. Para hacerlo se puede seguir una serie de pasos que nos guiaran a una gestión más sana de lo que sentimos: 

❤️ No existen las emociones negativas: 

Todas las emociones existen por un buen motivo. Caracterizarlas como buenas o malas, positivas o negativas solo las estigmatiza e invalida la necesidad y posibilidad de sentirlas. Es bueno entender que existen estímulos que llevan a experimentarlas y es importante hacerlo porque están relacionadas directamente con nuestra supervivencia, el ejemplo más obvio es el miedo, que nos pone en alerta ante las amenazas. 

Entonces, no hay emociones negativas, sino necesarias. Para aprender a gestionarlas tenemos que aprender a interpretar el mensaje que comunica cada una de ellas, entender por qué lo estamos sintiendo. 

❤️ Permitirse sentir

“Bueno, pero no llores” debe ser una de las frases más frecuentes y problemáticas para la gestión de emociones. Es importante que entendamos que la represión de emociones y sentimientos, como la tristeza o el dolor, no son formas de gestión emocional. Tradicionalmente las emociones percibidas de forma negativa simplemente son bloqueadas y negadas. 

Lo reprimido retorna y a veces de mala manera. Entonces es importante entender que todas las emociones son legítimas y deben expresarse. Si aceptamos lo que sentimos, será mucho más fácil gestionarlas. 

❤️ Entenderlas 

Ya vimos que no hay que reprimir las emociones que sentimos. Ahora, es importante entender de dónde vienen, porqué están aquí. Una forma de comprender esto es observarlas, prestarles atención ya permite comenzar a canalizarlas.

Cuando una persona enfoca la atención en lo que está sintiendo, automáticamente se modula esa experiencia. Algunas preguntas que nos podemos hacer a fin de observar las emociones son: 

📍¿ Qué estoy sintiendo?

📍 ¿Cómo me siento?

El paso siguiente es intentar identificar cuál es la emoción que se experimenta. Mientras más precisa sea la identificación, más fácilmente será comprender por qué está aquí la emoción. 

❤️ Hablate de forma amable 

Esto es un punto fundamental. Hablarnos de forma positiva a nosotros mismos es necesario, pues aquello que nos decimos y cómo lo hacemos, influye de manera directa en cómo nos sentimos y actuamos. Es importante identificar estos diálogos internos y cambiarlos por otros más amables y positivos.

❤️ Enriquece tu vocabulario emocional

Si tenemos la capacidad de identificar qué sentimos, no confundiremos lo que nos está sucediendo, la emoción que estamos transitando. Si no podemos nombrar las emociones y las confundimos con otras, terminaremos desconociendo lo que realmente nos pasa, las emociones se intensificarán, probablemente se repriman o no se gestionen de la forma adecuada.

A mayor vocabulario para describir nuestras emociones, más asertivos seremos, nos expresaremos con mayor precisión y sabremos identificar los estados emocionales de los demás. 

🤔 ¿Feliz o enojado?

Como ya vimos, es sumamente importante saber cuáles son las emociones que existen: 

📍Emociones primarias: 

Las emociones primarias están presentes desde tu nacimiento, son innatas, forman parte de tu proceso de adaptación y son universales. Son independientes de la cultura en la que creces. Estas emociones son seis:

  • Alegría: sensación de bienestar, satisfacción y promueve la afiliación con los demás. Aparece en situaciones en las que nos sentimos bien. Se manifiesta con la risa.
  • Asco: es el desagrado intenso hacia algo repugnante. Genera rechazo e incluso, puede asegurar la supervivencia porque estimula la protección. Se manifiesta con tensión muscular, hiperventilación y dolor estomacal.
  • Ira: irritabilidad o enfado provocada por situaciones que requieren autodefensa. Se manifiesta con hiperventilación, taquicardia y tensión muscular. 
  • Miedo: recelo o aprensión ante una amenaza o posible peligro, genera angustia, inseguridad e incertidumbre, pero también es un mecanismo de protección. Se manifiesta con la aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular y hasta dolor en la boca del estómago.
  • Sorpresa: asombro ante un evento inesperado. Puede causar desorientación. Se manifiesta con expresiones faciales que incluyen la boca y los párpados muy abiertos.‍
  • Tristeza: desdicha o infelicidad ante la pérdida de algo o alguien. Produce añoranza hacia lo perdido y genera el proceso del duelo. Se manifiesta con los famosos nudos en la garganta, sensación de pesadez en el cuerpo, dolor en el pecho y la necesidad de aislamiento.

📍Emociones secundarias: 

Las emociones secundarias son las llamadas “sociales”. Aparecen como consecuencia de la socialización y con el tiempo, mientras más desarrollamos nuestras capacidades de socialización. Entre ellas se encuentran: 

  • Culpa: surgen a partir del proceso de socialización, en el que nos inculcan valores, cuando los “traicionamos” la sentimos. Se manifiesta a través de la tensión en el estómago y/o en el pecho, constantes pensamientos y la evaluación de las consecuencias.
  • Celos: aparecen a partir del sentimiento de pertenencia o propiedad que tenemos – sobre todo respecto a las relaciones. Por lo general se ve como inseguridad y falta de confianza. También se puede ver como resentimiento hacia una tercera persona.
  • Vergüenza: se vive a partir de sentir que otros verán la imagen de uno comprometido, en una situación humillante. Genera inhibición y evasión a ciertas situaciones. 
  • Orgullo: se hace presente cuando existe satisfacción con lo que se es o se hace. Fomenta la autoestima y seguridad
  • Placer: surge a partir de la satisfacción. Esta puede ser la atención de necesidades biológicas como la alimentación, el sexo o el descanso hasta aspectos relacionales y sociales más complejos. En exceso puede derivar en adicciones. 

Ya viste por qué es necesario sentir y que no existe tal cosa como una emoción buena o mala. Ahora es momento de experimentar las emociones y en GROW te ofrecemos la guía para que obtengas más herramientas para gestionarlas y vivirlas a pleno. ¡Contactanos!