La importancia de la escucha activa | Grow Consultora
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La importancia de la escucha activa

La importancia de la escucha activa

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Mientras mantenemos una conversación con otra persona, a veces podemos distraernos por algún motivo. En muchas ocasiones, es debido a que estamos pensando cómo vamos a responder para tener la mejor respuesta.

Una comunicación eficaz requiere práctica y paciencia, pero el resultado es más que satisfactorio. Si te interesa entender más a fondo cómo aplicar la escucha activa, la base de cualquier conversación exitosa tanto en el trabajo como en cualquier otra situación social, te invitamos a descubrir sus beneficios y técnicas.

🤔 ¿Qué es la escucha activa?

Escuchar a alguien a veces no es suficiente, y es ahí de donde nace el término escucha activa o escucha empática. Es una habilidad de comunicación que impulsa a escuchar mucho más que simples palabras, entendiendo la razón del mensaje que nos están diciendo.

Para lograr la construcción de relaciones sólidas, que te permitan conocer en profundidad a tus amigos, familiares o compañeros de trabajo, es indispensable tomar un rol activo en el proceso de comunicación. Además, lograrás que la persona con la que estés hablando se sienta escuchada y valorada.

👂🏻 Beneficios de la escucha activa

Ahora que ya sabés qué es la escucha activa, es momento de que conozcas la gran cantidad de beneficios que brinda. Esta habilidad blanda es útil en una amplia variedad de contextos, ya que no se trata únicamente de la forma en que nos relacionamos con amigos o una pareja.

Dependiendo del contexto en que uses la escucha activa o escucha empática, experimentarás los siguientes beneficios:

  1. Desarrollo exitoso de los vínculos. 
  2. Mejora en la confianza y la comunicación. 
  3. Resolución de problemas. 
  4. Conexión profunda con otras personas. 
  5. Implementación de la empatía en la vida cotidiana.

Además de formar mejores vínculos con otros, estos beneficios de la escucha activa te permitirán crecer como persona, aumentando tu confianza y autoestima.

💬 Prácticas para desarrollar la escucha activa

Existen muchas técnicas de escucha activa que sirven para practicar e ir mejorando las relaciones con otras personas. En esta ocasión, te compartimos 7 ejemplos esenciales para empezar a ejercitar la empatía y escucha activa:

1. Estar en el momento presente

Para implementar correctamente la escucha activa es necesario estar completamente sumergido en la conversación, manteniendo el foco en el momento presente

Si en algún momento sentís que se hace difícil seguir la conversación y perdés el sentido de lo que estás conversando, podés hacer una breve pausa y decir: «Entonces, ¿qué me estabas comentando?». Es mejor demostrar interés en continuar con la conversación que dejar de escuchar por completo.

Pero estar presente no es solamente escuchar, sino también aplicar todos los sentidos para prestar atención plena a lo que está diciendo la otra persona. Un buen tip es guardar el celular al momento de iniciar una conversación e ignorar el diálogo interno que puedas tener mientras te están hablando.

2. Prestar atención a las señales no verbales

De la misma forma que las cosas que se dicen durante una conversación son importantes, las señales no verbales tienen un valor muy grande. Ejemplos de estas señales son las expresiones faciales, el tono de voz y los gestos.

Desde una sonrisa hasta la posición de los brazos, todas las señales tienen su significado. Prestar atención a lo que dice la otra persona con su cuerpo también es parte de la escucha activa. 

Si la otra persona habla rápidamente, puede ser señal de que siente ansiedad o que está nerviosa por alguna razón. En cambio, si habla muy despacio, puede ser indicio de que se encuentra cansada o que está cuidando sus palabras.

En cualquier caso, las señales no verbales deben ser examinadas de forma precisa, teniendo en cuenta el contexto y si esa persona suele hacer esos gestos o expresiones faciales comúnmente.

3. Mantener el contacto visual

El contacto visual es imprescindible cuando intentás tener una conversación cara a cara. Mantener la mirada puede hacer que la otra persona sienta que estás atento a la conversación en el momento presente aunque, por supuesto, es necesario aplicar el resto de técnicas de escucha activa para que realmente sea de esta forma.

Eso sí, para que la conversación no se sienta rara es necesario controlar el contacto visual durante un tiempo específico. Cada 5 segundos, más o menos, tenés que apartar la mirada para no parecer intimidante. Aproximadamente, entre el 50 % y el 70 % de la conversación debés mantener el contacto visual.

4. Hacer preguntas abiertas

Las preguntas tienen un peso importante en las conversaciones que mantenemos con otras personas. Gracias a ellas podemos demostrar que estamos atentos y entender en profundidad el mensaje que nos intentan transmitir. 

El tema está en que las preguntas cerradas, esas que tienen un sí o un no como respuesta, usualmente no sirven para cumplir con este propósito. La importancia de la escucha activa radica en hacer que la otra persona se sienta comprendida y escuchada al 100 %. 

Por eso, en lugar de usar preguntas cerradas, podés emplear las preguntas abiertas, que fomentan que la conversación siga sucediendo:

  • ¿Me podés contar algo más acerca de cómo sucedió eso? 
  • ¿Qué es lo que pensás acerca de la situación? 
  • Partiendo de tu opinión, ¿cuál es la mejor forma de salir adelante? 
  • ¿De qué manera creés que podrías haber respondido diferente?

5. Reflejar lo que la otra persona quiere decir

Repetir lo que la otra persona dijo puede ser otra forma de demostrar que entendés lo que te quiere decir. No es necesario hacerlo todo el tiempo, solo algunas veces durante la conversación. En caso de no haber entendido algo de lo que se dijo, permitís que el otro vuelva a contarlo.

Tampoco es necesario que repitas exactamente lo que dijo la otra persona, ya que también sirve parafrasear lo dicho para poner en práctica esta técnica de forma más disimulada. 

Por ejemplo, podrías comentarle a tu compañero de charla: «Entiendo que esta situación te hace sentir frustrado», o «Me parece que estás intentando decir que no querés continuar haciendo eso».

6. Practicar la paciencia

Desde ya que necesitarás paciencia para poder mejorar en tus conversaciones y relaciones con todas las técnicas que te estamos mencionando, pero esto va más allá. La paciencia es clave para dejar hablar a la otra persona sin interrumpirla. 

Si interrumpís a la persona con la que estás hablando, vas a lograr una comunicación poco fluida. Además, es probable que tu amigo, familiar o compañero de trabajo sienta que no se puede hablar cómodamente con vos.

Ser paciente no termina en dejar de hablar y escuchar atentamente, sino que se traslada también a aceptar los silencios como parte de la conversación. Los períodos de silencio al conversar pueden ser de utilidad para comprender qué es lo que está intentando decir el otro, o dejar que el otro piense acerca de su propia situación. 

7. Apartar el juicio

Cuando queremos poner en práctica la escucha activa, es esencial dejar nuestras opiniones de lado y comprender en profundidad las respuestas que tiene la otra persona. 

Imaginá cómo te sentirías si, durante una conversación, te hicieran sentir vergüenza por la forma en la que llevás adelante las situaciones que planteás. La crítica y la culpa no deben estar presentes en una comunicación que intenta tener como base la empatía.

Dejar de juzgar lleva su tiempo, por eso cada conversación debe ser la oportunidad ideal para expresar empatía. Si reconocés que estás juzgando o haciendo sentir vergüenza a la otra persona de alguna manera, podés frenar la conversación y detenerte en esos pensamientos para saber qué decir.

📈 Aplicación de la escucha activa en las relaciones personales y profesionales

La escucha activa se puede ver de forma distinta, dependiendo de si es una relación personal o una profesional. Pensá cuál es la situación en la que necesitás trabajar la escucha activa y empezá a practicar para lograr una mejora en tus relaciones.

Escucha activa en las relaciones personales

Ser un buen oyente en las relaciones personales da como resultado vínculos más duraderos y exitosos. La clave está en escuchar para comprender y no para responder. Si la otra persona te está contando un problema, lo mejor que podés hacer es darle un espacio seguro para hablar sin sentirse juzgada. 

Además, al escuchar al otro, es más probable que termines provocando el mismo efecto, haciendo que el otro tenga ganas de escuchar lo que vos tenés para decir cuando necesites hablar.

Tus amigos, familiares o pareja sentirán que te importa lo que están comunicando. Cuantas más veces pongas en práctica la escucha activa, mejor oyente serás.

Escucha activa en las relaciones profesionales

En las relaciones profesionales, las técnicas de escucha activa que te presentamos se aplican de la misma forma que en las personales. La diferencia está en que la forma de comunicarte no será la misma, ya que lo más probable es que hables de manera formal. 

Sumado a esto, responderles a tus compañeros de trabajo, supervisores y otras personas con preguntas abiertas y aplicando la escucha activa en su totalidad, sirve para mejorar la relación laboral, entender las tareas rápidamente y crecer como profesional.

En GROW tenemos un enfoque único para sacar a relucir las mejores habilidades que pueden implementar las personas en su vida diaria, así sea en el entorno personal como el laboral. Para aprender más acerca de nuestros servicios, te invitamos a seguir conociendo el blog y el resto de apartados del sitio web.