01 Mar 7 Tips para mantener una conversación difícil
A lo largo de la vida nos encontramos en situaciones donde suceden temas delicados. En algunas ocasiones, preferimos evitar enfrentarnos a esas conversaciones difíciles o posponerlas porque creemos que es la mejor forma de atravesar el momento, pero a largo plazo la evitación genera problemas.
La buena noticia es que podemos mantener una conversación difícil a pesar de los miedos que esto conlleve. Luego de pasar la primera etapa, en la cual el miedo nos paraliza y no deja que mantengamos los diálogos necesarios, podemos crecer, aprender a trabajar y entablar las conversaciones con otras personas, y mejorar las relaciones que tenemos con otros.
🤔 ¿Cómo hablar de temas delicados?
Teniendo en cuenta que los temas delicados suelen posponerse, proponemos unos tips a tener en cuenta para enfrentarse a la situación de hablar de aquello que puede llegar a ser incómodo. Ya sea una conversación difícil con un cliente, un compañero de la universidad o del trabajo, un familiar o un amigo, sugerimos:
- Encontrar el momento indicado para plantear la conversación.
- Empezar el diálogo tranquilamente.
- Tener un objetivo claro en mente.
- Utilizar un tipo de comunicación que no esté centrada en la culpabilización.
- Mantener el contacto visual.
- Escuchar activamente.
- Terminar de conversar con preguntas acertadas.
⌚ Encontrar el momento indicado para plantear la conversación
Antes de pensar en el tema delicado y en cómo hablarlo, es necesario buscar el tiempo preciso para que ambas partes estén preparadas para conversar. No se recomienda hacer todo con prisas, así que la planificación será tu mejor amiga.
El tiempo nos da la oportunidad de preparar lo que vamos a decir con tranquilidad, y también le da un momento para reflexionar a la otra persona. Encontrar el momento adecuado para hablar de los temas delicados nos ayuda a pautar una fecha y lograr que el encuentro se lleve a cabo, sin evitar la situación ni usar excusas.
😌 Empezar el diálogo tranquilamente
Tener que conversar un tema delicado puede hacernos sentir muchas emociones que nos impiden comunicarnos de la manera que queremos. Si buscamos comenzar bien, tenemos que arrancar la conversación de forma tranquila. Por el contrario, si empezamos a hablar con agresión y enojo, será todavía más complicado terminar de conversar o llegar a una solución.
🎯 Tener un objetivo claro en mente
Uno de los pasos principales para hablar de un tema delicado es identificar qué es lo que estamos buscando con la conversación. Si se tiene claro el objetivo de la charla, podemos lanzarnos a conversar, dejando los sentimientos negativos de lado y proponiendo soluciones.
💬 Utilizar un tipo de comunicación que no esté centrada en la culpabilización
Entendemos que una conversación difícil puede llegar a causar incomodidad, y eso repercute en las cosas que hacemos y decimos. En lugar de echar la culpa al otro, explicamos de qué forma nos sentimos cuando pasan determinadas situaciones.
La idea es que presentes cuáles son los sentimientos y pensamientos que aparecen como una consecuencia de ciertos actos o dichos generados por la otra persona, sin la necesidad de culpar.
👀 Mantener el contacto visual
La dirección hacia la que se dirige nuestra mirada es una pieza fundamental de la comunicación no verbal. A la hora de comunicarnos, la otra persona podría pensar que no nos sentimos a gusto con la charla si desviamos la mirada.
Siendo que es mejor tener una conversación difícil en persona y no por teléfono u otro medio, el contacto visual hará que tu compañía se sienta más o menos cómoda. Cuando lea tu lenguaje corporal verá que te interesa hablar con ella y escuchar lo que tiene para decir.
👂🏻 Escuchar activamente
Es fundamental en cualquier conversación, y especialmente en aquellas que son difíciles, contemplar lo que la otra persona está diciendo. Después de planificar un día para charlar y pensar qué argumentos utilizar, puede ser que las ganas de dar nuestra opinión sean fuertes. En este caso, el equilibrio es la clave. Ambas partes deben tener su tiempo para expresarse sin problemas.
❓ Terminar de conversar con preguntas acertadas
El momento ideal para reflexionar acerca de la conversación es cuando termina. Dependiendo del caso, podés debatir con la otra persona o hacerte las preguntas a vos mismo:
- ¿Qué logramos al finalizar esta conversación difícil?
- ¿Quedó algo pendiente después de todo lo que hablamos?
- ¿El tiempo alcanzó para terminar el tema, o debemos seguir conversando en otro momento?
En conclusión, una conversación difícil es aquella que solemos posponer por miedo a lo que pueda desencadenar. Es un tipo de conversación que puede llegar a generar incomodidad en ambas partes, pero que puede afrontarse con las herramientas necesarias.
Se necesita estar dispuesto a planificar el momento idóneo para la charla, gestionar las emociones que puedan surgir y escuchar de forma activa lo que la otra persona tiene para decir.